Octeto de Schubert
Maestros ISMEV
El prestigio de Schubert como compositor, la conciencia de su genialidad increíble e inagotable se basó en su época casi exclusivamente en los Lieder. Sólo unos pocos adivinaron algo acerca del nivel de su obra instrumental y algunas de las más importantes composiciones sólo fueron conocidas tras su muerte. La labor de imponer su propio sonido y espíritu a la asfixiante fama del clasicismo vienes de Haydn, Mozart y especialmente de Beethoven, parece haber constituido para Schubert una ineludible pero al mismo tiempo dura tarea. El objetivo era la gran sinfonía, concepto desde la época de Haydn de la representativa y monumental obra artística en la música. En la Sinfonía en si menor, «Inacabada» (1822), se encontró a sí mismo en el mundo orquestal. Aunque hoy día esta obra, en la que el carácter de fragmento se desprende forzosamente de la sustancia musical, la contemplamos como una obra acabada en un plano más elevado; para Schubert fue sin embargo algo incompleto, un intento fracasado. Así, el 31 de marzo de 1824, año de la composición del octeto en fa mavor. y de los importantes cuartetos en la menor D. 804 y re menor «Der Tod und das Mádchen» (La muerte y la doncella, D 810). Escribió a su íntimo amigo, el pintor Leopold Kupelwieser, lo siguiente: «En los Lieder no he hecho muchas cosas nuevas; por el contrario me metí en varias obras instrumentales pues compuse dos cuartetos (. . .) y un octeto, y quiero escribir todavía un octeto, y de esta manera quiero preparar el camino hacia la gran sinfonía.» El propio Schubert consideraba por consiguiente las composiciones camerísticas de aquella época como etapas en el camino hacia la «gran sinfonía». Especialmente el octeto se convirtió en una de sus obras instrumentales más conseguidas, exitosas y válidas en sí mismas. «Ahora escribe», informa Moritz von Schwind por carta a Franz von Schober, «desde hace tiempo un octeto con el máximo empeño. Cuando alguien se le acerca durante el día, dice: <'Buenos días, ¿qué tal te va'?>, <'Bien'>, y sigue escribiendo, y el visitante se aleja.» La obra es, a pesar de la más bien flexible sucesión de los tiempos, es algo muy logrado. Pero Schubert fusionó original y significativamente el carácter camerísitico con las ricas posibilidades sonoras que ofrecían sobre todo los instrumentos de viento, asumió la herencia de la forma de la serenata —transformada gracias a Beethoven— en varios movimientos que combina mayoritariamente la cuerda con el viento.El cuarto movimiento, el Andante con variaciones, parece por el contrario un magnífico y variado Intermezzo, sobre todo porque el tema proviene del dueto «Gelagert unterm hellen Dach der Bäume» (Reposando bajo el diáfano lecho de los árboles), del temprano Singspiel de Schubert «Die Freunde von Salamanka» (Los amigos de Salamanca), del año 1815. Como sistema básico sustentador del todo es inconfundible el modélico ciclo en cuatro movimientos (I, II, III o bien V. VI) de la sinfonía.
Notas de Stefan Kunsz.
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Spot Octeto de Schubert Versión Oficial 2
Spot Octeto de Schubert Versión Oficial 1
martes, 31 de marzo de 2009
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